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Das Blog des Pommerner Kronprinzs auf Perú

Muerte

[…]Así llegue a la escalera que me llevaría al segundo piso, a descansar por fin del agitado y trágico día.

 

Pero aun me esperaba algo más trágico.

 

Escuche resonar sus pasos, como los latidos de mi corazón, antes de dormir, se filtran por mi almohada. Un escalofrío recorrió mi espalda y así, tenso y pálido, aguarde a su aparición. Su sombra se extendió hacia mí como una bala, que atravesó mis ojos y me llevó al pánico de aquel día. En un segundo desempolvé los recuerdos de esa tarde lluviosa, pero el polvo no me dejaba respirar. Angustiado retrocedí hasta topar con la pared, buscando una salida. Y así empecé a correr, buscando alejarme de ella; pero las sombras de tus errores te persiguen hasta tu muerte.

 

Desesperados, mis ojos empezaron a buscar nerviosamente una salida, pero fue inútil, la oscuridad se cernía como una manta sobre el corredor. Sus pasos cada vez más cercanos y solemnes, me estremecían y el miedo a ver nuevamente su rostro me carcomía. Pero mientras su respiración pesada resoplaba a mis espaldas, los recuerdos de ella volvieron a surgir, y un inexorable anhelo de verla de nuevo, me invadió. Pero mi cobardía era grande, y mi orgullo demasiado para pedir perdón.

 

Finalmente, tras perder las esperanzas de llegar al final de ese pasillo, caí, y arrepentido le mire a los ojos. Ella, dejo caer sus cabellos de la capucha del negro abrigo que de nuevo llevaba. Me miró, reprochándome haberme escapado de ella, y supe que esta vez no podría hacerlo de nuevo. Me resigne a enfrentarla. Entonces levanto sus manos, y sentí el peso de mis días sobre el corazón, mientras la brillante hoja se iba hundiendo en mi pecho.

 

Me atravesó.[...]

 

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